La república perdida II

Ocho y media de la noche en la República de los Niños.

El jueves volví, con mis amigos de Caminar, la asociación de pacientes con artritis reumatoidea, por segunda vez en el año y en mi vida, a la República de los Niños dado que tuvieron la brillante idea de festejar allí el fin de año. LLegué a eso de las tres de la tarde y había algunos grupos de escuelas paseando por el lugar que se arremolinaban alrededor de la cámara como siempre ocurre.














Tambien me crucé con una producción fotográfica de quinceañera que me sorprendió por el despliegue y el equipamiento. Eran de Quilmes, me dijo la productora y el fotógrafo intentaba sacar algo "fashion" de una aprendiz de Pampita, ayudado por dos Elinchrome disparados con PocketWizard! Nada de "esclavas chinas". El tipo estaba mejor equipado que un fotógrafo de Caras. Me intrigan los resultados. Insisto en las cualidades escenográficas de este lugar.






Al lado de la capilla, como me había dicho una mujer en el viaje anterior, encontré la tumba del arq. Lima. Casi no se ve. Invito a quien quiera, a investigar la vida de este señor y producir un nuevo documental del nuevo cine argentino con la historia de la República y su creador. Es un lugar atiborrado de metáforas. Para cerrar el dia, actuó el "ballet" del grupo Caminar de La Plata. Unas señoras que le ponen garra y humor a las limitaciones de la enfermedad. Viejos, chicos, dolor, inocencia, fantasía, vida y muerte; todo en un mismo lugar y en un mismo dia.