domingo, 20 de enero de 2008

Las fotos de Clarke



Foto de Marte - NASA



Manuel, mi hijo, se devora los libros (y cualquier cosa que encuentre en la heladera). Le encanta la ciencia ficción, no es culpa mía, y ahora está con "Las arenas de Marte" de Arthur Clarke. Ayer me dijo, -Te voy a comentar algo que te va a gustar- y no se equivocó. Yo no he leido este libro escrito en 1951, así que despues de una pequeña introducción me contó los detalles fotográficos de la historia. Resulta que Gibson, el protagonista, es un escritor enviado a Marte, entre otras cosas para hacer fotos del viaje y del planeta. Una vez alli se encuentra con un inconveniente, no encuentra quien le revele los rollos en Marte! Sin duda este y todos los libros de ciencia ficción estan llenos de "errores" en sus predicciones tecnológicas, pero nunca había reparado en las cuestiones fotográficas. Algunas citas del libro.

–Por supuesto que sí -contestó Gibson-.Espere, voy a buscar mi cámara.
Reapareció en un momento después con una flamante Leica XXA equipada con lentes auxiliares y fotómetros.


Clarke le pegó en el palo con la cámara, podría ser una Leica, pero Nikon le robó el lugar en la NASA. En la época que Clarke escribía el libro, en Japón Nikon recien empezaba a fabricar cámaras, la F apareció en 1959. Más adelante...

Tardíamente se acordó de su cámara y comenzó a fotografiar la partida. Cuando, por fin, pudo solucionar el problema de la correcta apertura de diafragma para captar un pequeño objeto brillante sobre fondo negro azabache...

Se ve que el autor sabía algo de fotografía y de los problemas de la época, la exposición correcta, pero nunca imaginó las lecturas matriciales de las cámaras actuales. El martirio de como exponer con precisión seguía vigente en el futuro de Clarke.

Gibson filmó alegremente medio rollo de su nueva película Multichrome que se había traido consigo para una oportunidad semejante. Si lograba fijar todos estos colores a la perfección sería tan buena como anunciaban los fabricantes;pero, por desgracia, había que esperar volver a la Tierra para revelarla, pues en Marte nadie sabía cómo hacerlo.

La película Kodachrome fué lanzada en 1935, acá Clarke no inventó nada, hasta hizo un guiño con el nombre, Kodak fué quien utilizó la denominación Chrome para las películas color. Y la idea de no encontrar quien te revele la película es un estereotipo de viajero del primer mundo. Aquí lo más curioso.

De pronto, Gibson se puso en pie de un salto y se dirigió hacia la parte trasera del avión, donde empezó a revolver su equipaje, de espaldas a los intrigados espectadores. Encontró muy pronto lo que buscaba y se volvió con aire de triunfo, diciendo:
-Aquí está la solución.
Un súbito relámpago de luz llenó la cabina, inundando todos los rincones con su fulgor violento e intolerable; la pared se llenó de sombras distorcionadas. Fue como si el avión hubiese sido alcanzado por un rayo; durante varios minutos, todos permanecieron semicegados, aún grabada en las retinas la imagen petrificada de la cabina en el momento de la incandescencia.
-Lo siento -se excusó Gibson, contrito- Nunca lo había usado en toda su potencia: esto es para trabajar de noche y en espacios abiertos.
-Es un aparato especial que hice construir en la Tierra antes de venir. Quería estar seguro de poder tomar fotografías en colores durante la noche...
-Se basa en un condensador de alta capacidad. Una sola carga basta para cien destellos y está practicamente lleno.


Acá fue más audaz don Arthur porque el flash electrónico recien estaba inventado, mi Multiblitz Press es de los 60´ y el tema de las baterias estaba por venir. Podemos decir que predijo el SB-800. No deja de ser curioso que hace apenas cincuentayalgún años, un visionario como Clarke ni por las tapas se le antojaba el mundo digital o cualquier otra cosa que no fuese la tradicional película. El se imaginó el viaje y las criaturitas marcianas fotografiadas... en Kodachrome! !Ya demolieron el edificio donde se fabricaba la película y Manuel saca fotos con el teléfono don Arthur!


Arthur C. Clarke

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jaujaujaua! Qué impresionante.