viernes, 28 de noviembre de 2008

A los postres



Con el tema del cambio horario, tuvimos una sobremesa con mis hijos tratando de entender la cuestión de los husos horarios y los abusos oficiales. De pronto una mandarina se ofreció gentil a representar la madre tierra y sus incansables vueltas y con la ayuda de un palito de brochette pudimos entender esto del dia, la noche y su infinita sucesión.
No tan fácil es entender como camina un caballo y más dificil encontrar una moneda de diez pesos de alguna vez, que tenían un bajorelieve del famoso "Resero". Los cabitos de treinta exquisitas cerezas alcanzaron para hacer galopar este matungo sobre el mantel. Claro, siempre un flash por ahí ayudando a divertirnos. Si en el post anterior me acordé de Goya, en este obvio que fue Archimboldo

2 comentarios:

Chorosky dijo...

Guillermo: Gracias por tu comentario, Me gustaria mucho que me dieras un par de consejos. Pensa que las fotos estan hechas en casa, con una camara hogareña de 3.2 Mp (que en este momento esta en reparacion). Pero despues de ver tus trabajos seria un honor recibir algunos consejos de tu parte.
Gracias
Excelente tu trabajo, me encanto

Anónimo dijo...

Qué linda foto!!
Este caballito galopará por el jardín de los cerezos?

Abrazo.
Ale Baccarat