martes, 23 de octubre de 2012

¡Que Gahna de estar ahí!

Siempre sigo y admiro el trabajo de Elisabetta Piquè, corresponsal de La Nación en Roma y enviada frecuente a destinos calientes. Ahora está en Gahna. También está Daniel Juri, enviado especial de Clarín. Es muy triste la historia de nuestra fragata embargada en Africa, y vaya uno a saber cual será el destino de la nave patria. Pero lo que me preocupa ahora es lo que me toca de cerca, la cobertura periodística. El conflicto de la fragata deja al decubierto nuestra precariedad multimedia. El enviado de Clarin aporta un informe telefónico donde cuenta lo mismo que dice la nota. El audio bien podría haber sido hecho en la misma redacción, no hay sonido de Gahna, sonidos de Africa, no se escucha nada que remita a esa historia. Un informe de 1960. Lo de Elisabetta Piquè es más rico, pero ella misma dice en twitter,"un videito de la fragata...". ¡Ir hasta allá para hacer un videito! ¡Como si estuviera de vacaciones! La Piquè es una excelente periodista, pero es evidente que carece de recursos y formación multimedia. Y su editor también. En este video de los marineros escuchamos las preguntas pero no las respuestas. Antiperiodismo explícito. Solo por no tener el micrófono adecuado, y la habilidad para usarlo, nos perdemos el mejor testimonio posible en el lugar. Y en la nota el editor agrega que "en medio de un fuerte viento que dificultaba la comunicación..." ¿Que fuerte viento? Estamos viendo el video,los marineros y la bandera flameando alegremente de fondo, hay un vientito que alivia el calor reinante, nada más. Lo que pasa es que el micrófono no solo es inadecuado para esa situación, tampoco tiene protección para el viento. En síntesis, un hecho patético desde lo político cubierto con mucho viaje y una pobreza africana desde lo multimedia. Continuará.

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